Capítulo 231
Capítulo 231
Pero lo que los tres no sabían era que su silueta, mientras se alejaban, se quedó profundamente grabada en los ojos de Briar,
Desde la distancia, observaba cómo Eric era llevado de la mano por Melody y Trey, cruzando la calle y subiendo al coche como una familia típica, Esa escena era como una bofetada para Briar, que sentía cómo la ira le inundaba, y a su lado, Diego notó la turbulencia en sus emociones y exclamó: -Sr. Briar-
Pero ya era tarde, Briar abrió la puerta del auto de un tirón y se dirigió hacia el vehículo de Melody,
Era un día en que Trey había decidido conducir, y Briar, temblando de furia, pensó: ¿Un Volkswagen Phaeton? Ese carro puede parecer barato, pero ¡cuesta al menos un millón! ¿Un chico de veintitantos manejando un Volkswagen Phaeton importado? ¡Debe ser un lobo con piel de oveja!
Eric estaba sentado en la parte trasera, y justo cuando Melody se acomodaba en el asiento del conductor, alguien golpeó el vidrio con un puñetazo, haciendo que Melody gritara alarmada,
Casí por instinto, Trey la atrajo hacia su pecho, bajó la ventana del coche y se encontró con la cara enfurecida de Briar.
-¡Baja del carro!– rugió Briar,
-¡Estás loco!–
Melody temblaba: -¿Quieres lastimar a alguien?, qué vas a hacer! ¿Por qué sigues molestándome?–
-¿Y qué si te molesto?– Briar metió la mano para desbloquear la puerta del lado de Melody y la arrastró fuera del coche. -Mientras no esté muerto, prepárate para que te moleste sin parar-
Trey frunció el ceño ante la irracionalidad de Briar. -Suéltala-
-¿Y tú quién te crees que eres?-
Briar lo señaló, empujando a Melody hacia su pecho, -¿Crees que ella es tonta y fácil de engañar?–
Trey bajó la voz: -Deberías tener cuidado con lo que dices. Puedes provocar un desastre-
Briar soltó una carcajada fría. -Ya sé quién eres, así que te advierto por última vez, si le pones un dedo encima a Melody no te lo perdonaré-
-¿Qué derecho tienes para hablarle así a él?–
Melody empujó a Briar con fuerza, sin importarle que su mano aún sangrara, y con los ojos rojos de rabía lo enfrentó: -¡Hacer un escándalo en plena calle! Ya no estamos casados, no tienes nada que ver conmigo, ¡déjame en paz!–
El grito de Melody enfríó el corazón de Briar, quien la miró fijamente mientras su mano que había golpeado el vidrio temblaba levemente. -Melody, ¿ahora estás con él?–
-No te importa con quién esté. ¿Cuántas veces tengo que decirtelo, Briar? ¡Estoy harta de tus acocool-
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Capitulo 231
Esas palabras fueron un golpe duro. Briar retrocedió pálido mientras Diego se acercaba preocupado al ver su mano herida y exclamaba: -Sr. Briar, tiene que vendar esa herida, está perdiendo mucha sangre…-
Fue entonces cuando Melody notó que la punta de los dedos de Briar sangraba, seguramente debido a la fuerza con la que había golpeado el vidrio.
Sintió un escalofrío, todavía le dolla. Con voz temblorosa y cerrando los ojos, se giró y dijo: -Ten algo de dignidad, Briar. Esto no tiene sentido-
Se contuvo de decir el resto de las palabras hirientes, sabiendo que el amor había llegado a tal punto que ya no habla vuelta atrás para ninguno de los dos.
¿Cuánto tiempo necesitaría Briar para entender que algunos errores ya eran irremediables? No importaba cuánto tratara de enmendar, no podía deshacer el daño que le había causado.
Y para colmo…
Melody soltó una risa irónica. -Cuando te amaba, ¿no deseabas despedazarme? ¿No era yo en tus ojos una mujer despreciable que solo quería subirse a tu cama? Briar, mírate ahora, ¿no te parece irónico?–
Dicho esto, se metió en el auto y le dijo a Trey: -Lo siento, yo pagaré la reparación de la ventana-
Trey respondió: -Tranquila, no es caro, solo unos diez mil pesos-
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Melody se retractó: -Olvida lo que dije-
Ambos procedieron a ignorar la presencia de Briar y arrancaron el coche.
Diego tuvo que sujetar a Briar con fuerza para evitar que se lanzara nuevamente hacia ellos, mientras Briar gritaba: -¡Melody!—
Pero Melody no miró atrás y continúo su camino.
Como un niño perdido y sin ayuda en medio de la calle, Diego lo sujetó con fuerza, inclinándose hacia adelante, -¡Regresa! ¡Regresa! ¡No te vayas con ese hombre!–
Pero el carro empezó a arrancar, y la mitad del rostro indiferente de Trey se veía tan sereno en comparación, a la desesperación de Briar tan palpable.
Su voz incluso tenía un tono de llanto, -¡Melody! ¡No te vayas! ¡Vuelve!–
Por favor, no me des más la espalda, Melody, estoy a punto de morir aquí.
-¡Regresa! ¡Baja del carro! ¡Melody! ¡No lo permito! ¡Melody!–
Quién iba a imaginar que se humillaría en plena calle intentando retenerla, tratando inútilmente de acercarse a su pulso, repitiendo una y otra vez su súplica. Desamparado como si estuviera enloqueciendo, Diego lo sujetaba firme, sintiendo cómo todo su cuerpo temblaba, pero aún murmuraba incansablemente, -Melody…-
Con un tono que casi rogaba.
Pero el carro se fue, sin siquiera pausar para darle una oportunidad, y Briar simplemente la vio irse, sin fuerzas para retenerla.
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Capitulo 231
Briar tambaleó, retrocediendo inestablemente, y al girarse, no pudo contenerse; las lágrimas cayeron directamente sobre el dorso de la mano de Diego.
Briar sollozó como un niño, -Se fue-