Capítulo 28
Capítulo 28
Capítulo 28
– IEsa maldita Anastasia! Persuadiendo a Franco de comprarle una casa a ella y a su hijo cuando ella reg resa. IIncluso comprarla sin mi conocimiento! IQué ridiculo!
Noemi apretó los dientes con furia antes de tomar su teléfono y marcar el número de su esposo,
– Bueno?–Franco respondió la llamada.
– Franco, le compraste una casa a Anastasia y no me dijiste. ¿Qué estás tratando de decir?
–Oh, ¿y quién te dio permiso de indagar en mi caja fuerte para darle a Érica dinero?– Franco parecía haber adivinado lo que ella estaba haciendo.
— Si puedes costear una casa de 8 millones para Anastasia, unos cuantos diez o veinte mil para mi hija no sería inconveniente, ¿verdad?—Noemí procedió a acusarlo.
– No es seguro para Anastasia que viva rentando un departamento con un niño. Además, Érica se está qu edando en casa con nosotros. Es agradable.
– Entonces sólo te importa Anastasia? Mi hija no puede comprarse un bolso, ¿acaso ella no te importa? iFranco, eso es favoritismo!
– De acuerdo, ya basta. De todos modos, ya compré la casa. Quería decirtelo, pero temia que hicieras un escándalo.
Noemí estaba tan furiosa que podria sacar humo en cualquier momento.
¿Qué tácticas usó Anastasia para engañar a Franco para que le agradara? 18 millones para comprarle u na casa como si nada! ¡Y la casa es propiedad privada de Anastasia! iTodavia no confronto a Anastasia por hacer que Franco cuide de su hijo! Còntens bel0ngs to Nô(v)elDr/a/ma.Org
Al mismo tiempo, del otro lado de la línea, Franco ya había colgado. Noemí tomó todo el dinero de la caja fuerte ju nto con el titulo de la propiedad. Luego, bajó las escaleras y le preguntó a Erica:
– Dime, ¿dónde trabaja Anastasia? Quiero verla ahora mismo.
– Mamá, ¿por qué la quieres ver?—preguntó Érica confundida.
– Tu padre le compró una casa por 8 millones a nuestras espaldas. Voy a hablar con ella para que entre e n razón.–Noemí no sabia cómo ventilar más la furia que contenia dentro.
– ¿Qué? ¿Papá gastó 8 millones en ella? ¿Y yo qué? ¡No tengo nada!– Érica estaba también enojada. Era su hija también, así que ella quería todo lo que Anastasia tenía.
De inmediato, Érica entró al auto y condujo hacia el estudio de joyeria burgués con su madre. Alrededor de las 3 de la tarde, Anastasia estaba trabajando en sus diseños. Estaba al corriente y sus diseños y pro yectos habían progresado con facilidad.
–Gabriela, dame otra taza de café.– Anastasia hizo una llamada interna a su asistente para que le consiguiera algo de café para despertar.
No pasó mucho cuando Gabriela llegó con una taza de café en las rocas recién hecho, con una textura suave y con crema en la superficie; fue servida de esta manera con el propósito de ser estética. Anastasia tomó la taza y procedi ó a darle un sorbo.
– Mm, nada mal. Está delicioso.
– Anastasia, ¿podrías darme unos consejos para bajar de peso? ¿Cómo le haces para mantener tu figura ?–Gabriela era una chica linda, un poco rellena y constantemente estaba preocupada por perder peso.
Anastasia pensó por un momento, luego sacudió su cabeza y sonrió.
–Activo mi mente, por lo que bajo de peso sin intentarlo.
A decir verdad, ella no subía de peso, no importaba cuanto comiera. Además, tenía que cuidar de su hijo ganar peso. Mientras tanto, Noemí y Érica habían llegado al estacionamiento inferior. Fueron directo al el
– ¿Sabe dónde está la oficina de Anastasia?
T
La asistente se apresuró a apuntar a la dirección correcta.
–Es la última oficina de allá.
Noemí caminó con el título inmobiliario en mano, mientras que Anastasia estaba absorta en su dibujo cuando la puerta se abrió de golpe. Levantó la mirada de inmediato para ver a Noemí y Érica caminando
– ¿Qué?
Noemi arrojó el título en su escritorio.
–Escúpelo, Anastasia. ¿Qué tácticas usaste para convencer a tu padre para comprarte una casa?