Chapter 25
Capítulo 25
Como si alguien borracho se tambaleara y tropezó con la pared, lo cual le parecía muy extraño, ya que sólo estaban Flona y Pedro en la casa, ¿quién bebería?
En este momento, con un sonido, la puerta de su habitación se abrió de repente. No pensaba que fuera Pedro quien entró,
Él se tambaleó con la piel rojiza inusualmente de su apuesto rostro, la frente con sudor, y los ojos colorados.
Frente a él, Bella intuyó el peligro, así que cerró la tapa de su ordenador portátil e intentó echarle de su habitación.
-¿Has bebido?
Le preguntó Bella mientras abría de un tirón la puerta de la habitación silenciosamente.
Fiona… Antes de que Bella terminara de hablar, sentía un dolor en sus labios, no creia que Pedro la amordazara directamente con sus labios.
Tú
Bella estaba tan sorprendida que quiso apartarse de él, pero Pedro la besó más fuerte. Con el сиетро
muy caliente, Pedro la abrazó con fuerza, así que Bella no podía forcejear en absoluto. Él la presionó contra la puerta, besándola ferozmente sin dejarla respirar. Bella blandió su puño para golpearle, pero Pedro también presionó su mano contra la puerta.
Debido a la disparidad de fuerza entre hombres y mujeres, Bella fue oprimida completamente, incapaz de moverse y hablar, creyó que estaba a punto de asfixiarse por la falta de oxigeno, y sólo pudo emitir un gemido suplicante. Al oír su súplica, Pedro no sólo no la soltó, sino que también le mordió fuertemente los labios como si fuera estimulado por algo.
-¡Ah! -Bella gritó.
Escuchando su grito por el dolor, Pedro le soltó los labios, pero antes de que Bella pudiera cobrar el aliento, Pedro levantó todo su cuerpo hacia arriba, queriendo morderle el cuello.
Señora Oyendo el sonido, Fiona subió apresuradamente las escaleras. Content is © by NôvelDrama.Org.
Cuando vio a Pedro abrazando a Bella en una posición ambigua, con la cabeza pegada al cuello de Bella, Fiona se quedó repentinamente boquiabierta.
-Fiona, ayuda… -Bella quería pedir la ayuda.
-¡Bájate! -Pedro tapó la boca de Bella y le ordenó con su voz ronca.
Aunque a Fiona le preocupaba que la señora Romero se hallara en desventaja, no se atrevió a quedarse aquí más tiempo. De todas maneras, este era el asunto de esta joven pareja, y realmente no era apropiado que ella, una criada, se quedara aquí. Pensándolo, Fiona se alejó apresuradamente.
-¡Suéltame! -Bella le gritó.
Bella aprovechó la distracción de Pedro para empujarlo, subiendo el tirante de su pijama. Pedro se la acercó otra vez, con sus dedos largos y huesudos, acariciando sus labios heridos.
Pedro le preguntó con la voz ronca y un poco seductora: Bella, tú fuiste quien dejó que la abuela añadiera las medicinas a la sopa, ¿verdad?
No imaginaba que la abuela había enviado la sopa con otros ingredientes añadidos. No es de extrañar que Pedro tuviera un cuerpo tan caliente sin beber. Menos mal que no Bella lo bebió,
por
lo contrario, habría causado consecuencias graves. De esta manera, ¿cómo podrían divorciarse en paz?
Bella estaba pensando mientras que Pedro la había acariciado desde sus labios hasta su barbilla. En este momento Bella apartó su mano y le dijo con calma: -Te ayudaré a llamar a un médico. Al decir esto, intentó alcanzar su teléfono móvil, pero Pedro volvió a estrecharla entre sus brazos.
-¿Llamar a qué médico? Bella, siempre te quejas de que no te acompaño y dejas que mi abuela te ayude a agregar las medicinas en la sopa, ¿no estás esperando este momento maravilloso? En ese caso, cumpliré…
-¡Pum!
Pedro todavia no terminó su frase, pero en este momento Bella se quedó con la mente en blanco y le dio una bofetada.
-¡Fuera!-Le gritó con furia.
La mitad de la cara guapa de Pedro se enrojeció instantáneamente, y su vista se volvió fría y profunda al instante.
-Bella, ¡qué rebelde y audaz eres! -Diciendo, le pellizcó la mandíbula a Bella.
Bella sentía tanto dolor que no podía moverse ni se atrevía a hacerlo.
Pedro había sido preparado como el heredero de la familia desde la infancia, con una personalidad imponente y autoritaria, y estaba acostumbrado a que todo el mundo se sometieran ante él. Quizás fuera la primera vez en su vida que recibió una bofetada. Sin embargo, Bella no sentía remordimientos por abofetearlo debido a que en su última vida, lo trataba cuidadosamente y sufría todo, pero en esta vida, no le consentiría más.
Al ver a Bella seguir pareciendo intrépida después de golpearlo, Pedro sólo sintió mayor inquietud y depresión en su corazón. Incluso tuvo el impulso de destrozarla a pesar de todo. En este momento, la sangre salía de los labios rotos de Bella, y sus cejas estaban cerradas fuertemente debido al dolor. Sin embargo, ella no reveló la menor intención de retroceder y obedecer, con sus grandes y fríos ojos que mostraban la resistencia y la actitud defensiva. Apretando los dientes, Pedro empujó a Bella con fuerza, y salió con cara seria y pasos algo inestables.
Al ver eso, Bella cerró enseguida la puerta de su habitación, y se desfalleció en el suelo. Era una situación peligrosa porque si de verdad Pedro le hubiera hecho algo por la fuerza, ella no había sido capaz de resistirse en absoluto valiéndose de su fuerza. De hecho, ella resistió porque le parecía innecesario que las dos personas que estaban destinadas a separarse tuvieran los contactos físicos de este tipo, no era porque quería convertirse en una mujer virtuosa.
Durante los próximos días, Bella se ocupaba con la propuesta de inversión. Mientras tanto, desde ese día en el que salió dando un portazo, Pedro no volvió a casa. Naturalmente, Bella se alegraba de que nadie la molestara.
A duras penas, Bella logró ordenar los datos sobre el activo fijo, el intangible y otros activos a largo plaze relacionados con el proyecto, así que estiró el cuerpo. Tan cansada, necesitaba relajarse, pues
encendió el móvil para pasar la vista por los momentos de sus amigos. Sin embargo, vio el momento que Anna había actualizado hacía cinco minutos.